LOS 80, UNA GENERACIÓN SIN SALIDA, TRAS LAS REJAS Y
BAJO TIERRA
Cuando oímos hablar de los 80 todos recordamos su buena música, pero
¿quién habla de lo que la juventud pasó en aquella época?.
Yo terminé de estudiar en el período 89-90, y durante mi vida de estudiante
nadie vino a contarnos lo que estaba sucediendo, pienso que es un episodio
del que no se ha hablado ni documentado lo suficiente, o por lo menos no
lo hicieron con nosotros que estuvimos tan cerca de la peor epidemia
conocida entre los jóvenes.
En los 80 también hubo crisis y con ella droga y con ésta la peor pandemia
del mundo, el Sida, y con él la muerte de millones de jóvenes. En los años
80 la heroína mató a más jóvenes que una guerra....
Muchos tuvimos la suerte de no encontrarnos con la droga frente a frente,
pero todos los que nos libramos conocemos a alguien que murió por ello o
a causa de ello.
La heroína fue descubierta cuando se buscaba un sustituto para la morfina
por su gran adicción, Bayer la comercializó para tratar la tuberculosis pero
pronto se demostró que creaba más adicción que la anterior. La heroína
produce efectos gastrointestinales, renales y cardiovasculares, y además
produce depresión respiratoria, principal causa de muerte por sobredosis. A
parte de todo esto, la heroína producía un placer físico desconocido...
El paro azotó a España debido al llamado “baby boom” de los 60, a la
transición política que trajo a miles de exiliados políticos y a la subida del
petróleo entre otras causas. Euskadi fue la más maltratada, aparecen
barrios enteros masificados sin las estructuras mínimas para los chicos y
chicas que lo habitaban .Había familias enteras viviendo del paro y
muchos jóvenes en la calle sin nada que hacer y con una desinformación
total. La crisis provocó una desorientación y una pérdida de valores en la
juventud vasca, apareció el rock radical tras años de dictadura y de una
educación estrictamente religiosa, el desarraigo les llevó a conocer nuevas
emociones fruto de ese querer conocer cosas nuevas, querían romper con
lo establecido y se dejaron llevar por algo nuevo y desconocido, el caballo
corría ya por las venas del Euskadi más joven.
El consumo de heroína afectó a todas las clases sociales tuvieron la mala
suerte de estar en el tiempo equivocado, en el momento equivocado.
Pueblos vascos enteros se vieron afectados por esta plaga, los jóvenes a
los 15 años empiezan a consumir, era como un ritual, algo habitual, no
sabían los efectos que a medio plazo iban a tener, de las cuadrillas de
amigos que había hoy el 99% están muertos.
La droga también sedujo a todo el ambiente musical de aquel entonces, algunos
consumían porque sus ídolos lo hacían. El movimiento punk arraigó muy
bien en Euskadi, rompía con todo lo establecido una corriente
contracultural que no era ajeno al consumo de heroína y además una
actitud que muchos identifican con el rock radical vasco.
La dependencia física y psicológica del caballo es tan fuerte que los
heroinómanos son capaces de hacer cualquier cosa con tal de conseguir su
dosis, las familias asistían impotentes a la degradación de sus hijos. La
necesidad de consumo y su alto coste les llevaba a un mundo de
delincuencia y marginación.
Muchos acusan a las autoridades de querer acabar con la situación de una
manera equivocada, pues quisieron acabar con la gente que consumía en
lugar de hacerlo con la que traficaba. El heroinómano no era un
delincuente sino un enfermo. Cuando la sociedad empezó a entenderlo así
ya era demasiado tarde, fue cuando aparecieron organizaciones para
ayudarles que promovieron los programas de metadona, de intercambio de
jeringuillas y el kit anti-sida.
Empezó entonces la lucha contra los traficantes e incluso la banda
terrorista ETA atentó contra algunos de ellos, unos lo vieron como una
labor para limpiar a Euskadi del problema de la droga, sin embargo una
ONG francesa llegó a decir que ETA lo hacía para eliminar la competencia
ya que la mayoría de sus ingresos provenía del narcotráfico. La misma
ONG implicaba a las fuerzas de seguridad del estado con el narcotráfico,
también que éstos utilizaban la droga como moneda de cambio para que
algunos hablaran.
Pronto llegó el peor efecto de la heroína, el Sida. Los adictos a ella se
vieron atrapados en la peor plaga del siglo XX. La adicción les obligó a
consumir a cualquier hora y en cualquier circunstancia eso implicó el
compartir jeringuillas, las cuales no se distribuían en las farmacias de
guardia, por lo que el compartirlas se convirtió en algo habitual.
Los jóvenes empezaron a morir, poco se sabía acerca de esta enfermedad y
cuando se diagnosticaba tardaban 73 días en acabar bajo tierra, contemplaban
como sus mejores amigos iban cayendo uno tras otro, sabiendo que ellos iban
como sus mejores amigos iban cayendo uno tras otro, sabiendo que ellos iban
detrás. Junto con esto vino la discriminación que el ser enfermo de Sida
suponía, el rechazo de la sociedad hacía ellos fue brutal, la ignorancia de la
sociedad casi los enterró en vida, aún hoy pienso, personalmente, que es
una asignatura pendiente, a pesar de toda la información que se posee.
¿Por qué tras los 80 no se oye tanto que la gente muere por la heroína?,
¿por qué disminuyó tanto su consumo?. Tras la aparición del sida , la
heroína se convirtió en la droga maldita.
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